Secado de hongos alucinógenos
El proceso de secado y conservación de los hongos alucinógenos es un paso de suma importancia si se quiere que las setas alucinógenas preserven la máxima potencia durante el mayor periodo de tiempo posible. Factores como la temperatura, la exposición solar y la humedad, son los principales responsables de la degradación de sus principios activos, por lo que facilitar un ambiente adecuado es clave para obtener buenos resultados.
Antes de empezar con este proceso, hay que tener en consideración que cosechar los ejemplares en el momento adecuado y del modo correcto, garantiza unos potentes efectos psicoactivos. El momento idóneo es justo antes de la rotura del velo, aproximadamente entre 5 y 10 días después de que aparezcan los primeros brotes en el sustrato. Si por el contrario este se rompe, se desprenden esporas que cubren los demás ejemplares y el sustrato, creándose una superficie ennegrecida que daña la productividad del cultivo.
Pre-secado de las setas mágicas
El primer paso para secar adecuadamente las setas mágicas, es quitarle la mayor cantidad de humedad posible para que no enmohezcan. Para ello se necesita una bandeja limpia donde colocar los hongos de forma uniforme junto a un ventilador a una potencia baja. A continuación, se deben dejar aireándose durante unas cuantas horas en un espacio con una temperatura moderada.
Para conseguir un ambiente idóneo se puede hacer uso de estufas o sistemas de calefacción. Sin embargo no es aconsejable acercar demasiado las setas a la estufa para que no pierdan sus cualidades psicoactivas. Este proceso modificará la esponjosa morfología de los hongos, dando como resultado un producto ligeramente arrugado y seco al tacto. En estas condiciones se pueden almacenar durante un par de semanas, no obstante para una óptima conservación, se procederá al siguiente paso.
Secado: ¿cómo hacer un desecante casero?
Una vez terminado el pre-secado, estas adquieren un estado denominado “dry cookie”, llamado así popularmente puesto que crujen y se rompen al intentar doblarlas. Para conseguirlo se deberá hacer uso de un desecante, una sustancia que absorbe agua del ambiente, siendo uno de los más comunes el gel de sílice. Sin embargo, estos agentes deshidratantes suelen ser difíciles de encontrar y a menudo tóxicos. Afortunadamente, existe la posibilidad de fabricar de forma casera esta sustancia, horneando sales de Epsom a unos 204-250ºC. De esta forma se conseguirá un buen secado de hongos alucinógenos.
La sal de Epsom está compuesta principalmente por sulfato de magnesio (MgS04 y 7H2O), esto se traduce en 7 moléculas de H2O integradas en esta sustancia, lo que produce Sulfato de Magnesio Heptahidrato. Aportando una alta temperatura a este último elemento, las siete moléculas se evaporan, resultando en Magnesio Anhidro. Seguidamente, el MgSO4 intentará recuperar sus proporciones de agua iniciales, por esa razón, si las setas se colocan junto a él, absorberá todo el fluido restante para volver a sus niveles originales.
Es de crucial importancia que tan pronto termine el proceso de deshumidificación de las sales, se coloquen en un recipiente hermético todavía calientes junto a las setas sin que entren en contacto. Esta sustancia empieza a absorber la humedad del aire nada más salir del horno, por lo que hay que ser rápido.
Después de entender por qué hornear las sales proporciona un desecante natural, es importante conocer su modo de uso para secar los hongos. Para ello se necesita:
- Un recipiente de plástico con tapa hermética de un tamaño medio grande.
- Servilletas o papel de periódico
- Una malla metálica o una lámina de rejilla
- Los hongos previamente pre-secados
Pasos a seguir para el secado:
- Colocar una generosa cantidad de desecante en la base del envase previamente seleccionado.
- A Continuación, recubrirlo con una capa de servilletas de papel.
- Introducir la rejilla por encima del papel, creando una plataforma que sujete las setas para que éstas no entren en contacto con el desecante.
- Esparcir las setas en la parte superior de la malla metálica.
- Colocar la tapa del recipiente para envasar al vacío los hongos secos.
- Una vez concluidas estas indicaciones, el desecante empezará a absorber toda la humedad del ambiente.
¿Cómo almacenar hongos alucinógenos secos?
Existe una gran variedad de técnicas para almacenar hongos secos, aunque algunas de ellas son más complejas y costosas que otras. Según explica Ophelia Chong, activista por la legalización de la psilocibina, la mejor forma de almacenar setas es en frascos totalmente herméticos, con paquetes de gel de sílice y sustituyendo el aire de su interior por CO2 o gas freón.
De esta manera, se pueden mantener hasta un año, siendo un método simple y económico. Además, la mejor forma de evitar que entre de nuevo la humedad es separar las setas en dosis exactas, para no tener que abrir de nuevo la bolsa o frasco.
Otra de las técnicas más populares suele ser almacenar hongos en miel. Solo se necesita suficiente miel líquida para cubrir por completo los ejemplares previamente cortados en pequeños trozos y colocados en un tarro. Se deberá revisar la mezcla con frecuencia para asegurarse de que no prolifera ningún tipo de moho u otros patógenos.
Efectuar una correcta técnica de secado y almacenamiento es igual de importante que el proceso de crecimiento de los hongos en sí. Éstos son bastante sensibles y propensos a la contaminación y oxidación. Por ello es recomendable utilizar guantes desechables antes de recogerlos, lo que reduce el riesgo de contaminación por patógenos potenciales.
