Los hongos mágicos son unas de las fuentes enteógenas más antiguas, éstas han sido utilizadas desde hace más de 7000 años, por diferentes culturas a lo largo de los siglos. La psilocina y psilocibina son dos de las sustancias presentes en las setas y trufas alucinógenas responsables de los viajes psicodélicos. Pero ¿cuáles son las diferencias entre ambos compuestos psicoactivos y cómo funcionan? Responder a esta pregunta puede ser complicado.A continuación, se encuentra toda la información para comprender todo sobre la psilocina y entender las interacciones con el organismo.
Psilocina ¿qué es?
La psilocina (4-hidroxi-N,N-dimetil-triptamina) es un alcaloide derivado de la psilocibina que se encuentran en la gran mayoría de los hongos psilocibos. Esta sustancia es en gran parte responsable del efecto de las setas, ya que el método principal de uso de las setas mágicas es por vía oral, por lo que la psilocibina ingerida durante este proceso se puede transformar la psilocina en el aparato digestivo. Se trata de un compuesto bastante inestable que no se mantiene activo durante mucho tiempo tras cortarlos, lo que hace que las setas tomen un aspecto azulado o morado rápidamente.
Efectos y potencia de la psilocina
Al llegar al cerebro, la psilocina se conecta con los receptores de serotonina del cerebro, notándose sensaciones tanto física como mentalmente. Las sensaciones generadas por la psilocina duran aproximadamente de 5 a 8 horas. Los efectos son principalmente visuales, haciendo que los colores sean más intensos. En un cierto punto la psilocina desaparece y es reabsorbida por el organismo. Es entonces cuando éstos empiezan a perder fuerza.
Psilocibina vs psilocina: diferencias y similitudes
Similitudes entre la psilocina y la psilocibina
La psilocibina (O-fosforil-4-hidroxi-N) y la psilocina se crean de forma natural en las setas y trufas alucinógenas. Hay que tener en cuenta que sin psilocibina no habría psilocina. Ésta se produce al ser ingerida las setas y llegar al aparato digestivo donde la enzima alcalina fosfatasa la transforma en psilocina.
No obstante, ambos compuestos son igual de psicoactivos, según indican los diferentes estudios científicos que muestran cómo cuando se utilizan los diferentes métodos de dosificación que eluden el tracto digestivo, manteniendo la estructura de la psilocibina y ofreciendo el mismo efecto.
Además, su estructura es muy similar a la de la serotonina lo que hace que tenga unos efectos más intensos sobre ciertas neuronas y por lo tanto funcionando como agonista de la serotonina. Esto hace que haya más receptores neuronales que desencadenan una mayor activación. Esta activación a destiempo y no equilibrada es lo que hace que aparezcan las alucinaciones.
Diferencias entre ambas
La psilocina es un compuesto muy inestable, degradándose rápidamente si se expone al calor o al oxígeno. Esta es la razón por la que las setas mágicas frescas pueden magullarse, ofreciendo colores azules, morados o negros rápidamente al recogerlas, ya que se trata de la psilocina reaccionando y degradándose.
De esta forma, la cadena añadida de fósforo de la psilocibina se degrada. Aún así, dichas setas continúan manteniendo su potencia por los niveles de psilocibina que contienen una sustancia mucho más estable, esto permite conservar los hongos secándolos y conservándolos durante más tiempo.
Asimismo, existen muchos otros alcaloides en estos hongos, como Baeocistina y Norbaeocistina de las cuales no se conoce exactamente los efectos si se cree que tiene influencia en la psicoactividad de estos hongos.
Historia de la psilocina
El uso de hongos psilocibes es tan antiguo como la historia del ser humano. Así, se ha documentado desde hace más de 7.000 años, debido a la aparición de ciertas pinturas prehistóricas. Más adelante, se podría observar cómo en diversas culturas indígenas por todo el mundo eran consideradas sagradas.
Sería después con la conquista española cuando se volvería a tener constancia del uso de estos hongos en ciertos rituales sagrados. En 1957, Robert Gordon Wasson en su artículo “En busca del hongo mágico”, realizado para la revista Life tras ser invitado a una ceremonia con hongos mágicos realizada por María Sabina, puso la atención en los hongos psilocybes.
Durante los siguientes ocho años, el Dr. Albert Hoffmann aisló la psilocina y psilocibina, pudiendo descubrir su estructura química y cómo se sintetizan en el laboratorio. A partir de ahí, se comenzó a estudiar para diferentes terapias.
La psilocina y la psilocibina son dos de los compuestos de las trufas y setas alucinógenas, más conocidos. Cabe recordar que este artículo es puramente divulgativo y quiere informar sobre las diferencias entre ambas sustancias.