melena de león

Melena de león; propiedades medicinales y otros beneficios

La melena de león (Hericium erinaceus) es un hongo comestible que destaca por sus propiedades medicinales. Esta especie ha sido muy popular en la historia de la medicina china, gracias al efecto regulador que ejerce sobre el cuerpo humano. Allí se la conoce como Shishigashira (cabeza de león) y Houtou (cría de mono), mientras que en Japón recibe el nombre de Yamabushitake. Yamabushi significa “el que duerme en la montaña” y Take “hongo”. 

Al tener propiedades farmacológicas y culinarias se ha puesto especial atención en él en los últimos tiempos. Cuenta con una gran cantidad de fibra, por lo que se considera un prebiótico natural que ayuda a recuperar la flora intestinal. Además, es rico en proteínas, carbohidratos y ácidos grasos.

La familia Hericium erinaceus se encuentra en Europa y Asia, generalmente en zonas templadas del hemisferio norte durante verano y otoño. Suelen aparecer sobre árboles planifolios inertes o moribundos. Y se puede identificar fácilmente por sus barbas de espinas de color blanco de un tamaño entre 1 y 6 centímetros de longitud y un tallo de 10-25 centímetros. Se trata de uno de los pocos hongos que se pueden cultivar en madera de nogal, troncos de haya, robles o en árboles de ribera. 

Melena de león propiedades medicinales

La melena de león cuenta con un gran número de propiedades beneficiosas para nuestra salud. Destaca la acción que ejerce sobre el sistema digestivo y hepatobiliar, de manera que ayuda a solucionar los trastornos digestivos, regenerando el epitelio y la mucosidad intestinal dañada. Por ello, el consumo de la melena de león resulta óptimo ante intolerancias alimentarias, alergias, enfermedad de Crohn y celiaquía. 

También sirve para tener un equilibrio hormonal y emocional, ya que contribuye a la estabilidad del sistema endocrino. Además ayuda a prevenir y tratar la neurastenia (fuertes síntomas depresivos). 

Cabe destacar su acción antitumoral avalada por diversos estudios científicos como el publicado por la revista Oncotarget. En él especifican que este hongo podría utilizarse para la creación de nuevos fármacos, brindando otras vías para la oncología con alternativas a la quimioterapia o a los medicamentos quimiopreventivos. Esto se debe a los compuestos bioactivos que contienen: las proteínas, antioxidantes, glucanos, cerebrósidos, esteroides, polifenoles y polisacáridos, que ayudan de forma sinérgica en los tratamientos contra el cáncer. Por ello la micoterapia (terapia que emplea hongos en tratamientos médicos) cada vez se utiliza en más ocasiones con el uso de setas con propiedades terapéuticas como el shitake, reishi, y por supuesto la melena de león.

Melena de león para la memoria

Entre sus cualidades, destaca por encima del resto el efecto que tiene en las funciones cognitivas y el rendimiento intelectual, puesto que favorece la protección y reparación neuronal. Destaca su uso para ayudar a potenciar la memoria, ya que su ingesta reduce el deterioro cognitivo ayudando a prevenir y tratar enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson

Cabe destacar que en su estructura se encuentran las sustancias bioactivas llamadas hericononas, las cuales juegan un papel fundamental en el crecimiento de los tejidos nerviosos estimulando la neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas). Por ello, se utiliza para el tratamiento de enfermedades que afectan al sistema nervioso como la Esclerosis Múltiple o la Epilepsia. Además, posee ergosteroles, los cuales son  precursores biológicos de la vitamina B2. 

Antiguamente se creía que las células nerviosas eran las mismas para toda la vida, sin embargo numerosos estudios demostraron que este hecho no era así, ya que a partir de células madre neuronales y progenitoras en la edad adulta se ​produce la neurogénesis. Este hongo juega un papel importante, demostrando ser la alternativa más eficaz a los medicamentos tradicionales por su producción de los factores de crecimiento nervioso (NGF) y por regenerar la capa mielina. Un factor crucial para tratar enfermedades neurodegenerativas, ya que sirve como filtro protector alrededor de los nervios en el cerebro y en la médula espinal.

En los últimos años han aparecido numerosas investigaciones que demuestran que nuestro cerebro produce una neurogénesis constante. De forma que, para evitar la muerte celular, las neuronas poseen mecanismos de autorreparación continua. En caso de sufrir una enfermedad o alguna lesión, se pierden miles de neuronas perdiendo los circuitos existentes entre ellas que imposibilita la realización correcta de sus funciones. Para evitar esto, existen unas sustancias químicas que reciben el nombre de neurotrofinas o factores de crecimiento nervioso (NGF), encargadas de regular los procesos inmunológicos, que favorecen la supervivencia de las neuronas. La melena de león sirve de gran ayuda en este proceso, puesto que contiene hericenonas de los tipos A,B,C,D y E, así como también ericeninas, que estimulan la producción de las neurotrofinas.

¿En qué patologías se aconseja tomar?

  • Alzheimer
  • Parkinson
  • Gastritis
  • Reflujo gastroesofágico (Hernia de hiato)
  • Úlcera gástrica o duodenal
  • Dificultades digestivas
  • Disbiosis intestinal
  • Alergias e intolerancias alimentarias 
  • Síndrome de Intestino Permeable 
  • Síndrome de Inflamación de mucosas
  • Inflamaciones intestinales, normalmente para la Colitis ulcerosa
  • Enfermedad de Crohn
  • Enfermedad de Celiaquía
  • Esclerosis Múltiple
  • Degeneración retiniana
  • Neuropatías de origen diabético u ocasionadas por el alcoholismo 
  • Prevención de tumores
  • Insomnio
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Estrés
  • Asma

Hablar de melena de león es hablar de uno de los hongos más populares en China y Japón por sus ricas propiedades gastronómicas y su valor medicinal. Y es que a pesar de que en Europa es aún una especie desconocida para muchos, seguro que muy pronto se extiende su uso gracias a su potencial medicinal y al delicioso sabor que aporta. ¿Te atreves a probarla? ¡Anímate y cuéntanos tus experiencias fúngicas!

Sobre Sandra Rufo Clara

Sandra Rufo Clara empezó a recoger setas comestibles a los 3 años y desde que nació le han enseñado los cuidados más importantes de las mismas. A los 17 empezó a buscar información y a experimentar por su cuenta con otro tipo de setas. Con más de 20 años de experiencia es considerada toda una experta, pues conoce la gran mayoría de setas y trufas alucinógenas que crecen alrededor del mundo. Ahora, trabaja de lleno en el sector, y una de sus pasiones es compartir su conocimiento sobre él.

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