Hongos y depresión, una intensa y debatida relación. El uso de setas mágicas para combatir diferentes enfermedades, entre ellas la depresión, ha sido motivo de estudio científico durante los últimos años. Gracias a sus propiedades psicoactivas, procedentes de la psilocibina, diversas investigaciones apuntan a que puede convertirse en una eficaz solución para hacer frente a la depresión. Asimismo aseguran que no registra ningún tipo de efecto secundario.
Este tipo de hongos alucinógenos han sido utilizados a lo largo de la historia por diferentes culturas con diversas finalidades religiosas, espirituosas y medicinales. Desde los imperios inca, maya y romano, pasando por la Edad Media, el Renacimiento o la Revolución Industrial. El empleo de setas mágicas siempre ha estado vinculado con diferentes objetivos curativos, tanto mentales como físicos.
Según apunta la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Algunos de sus síntomas más graves son la ansiedad, el nerviosismo, sentimientos constantes de tristeza, dolores musculares, pérdida de interés hasta ciertos comportamientos suicidas.
No cabe duda que las setas mágicas pueden convertirse en un halo de esperanza en el estudio de diferentes tratamientos efectivos en la lucha contra la depresión. Estos avances científicos permitirán eliminar el mito de que los hongos alucinógenos son perjudiciales para la salud.
Hongos mágicos para la depresión
Según apunta un estudio de la revista médica JAMA Psychiatry de la American Medical Association, el tratamiento contra la depresión a través de la psilocibina ha conseguido reducir en más del 50% los síntomas depresivos del 67% de los participantes.
Uno de los principales avances que indica este estudio es que este compuesto psicoactivo funciona a través de una o varias sesiones terapéuticas. Los diferentes efectos son totalmente perdurables. No obstante, la mayoría de tratamientos habituales frente a la depresión se realizan de forma prolongada en el tiempo y pueden estar asociados a efectos secundarios.
Cuáles son los mejores hongos para tratar la depresión
Es evidente la escasa profundidad teórica sobre el uso de los hongos en tratamientos contra la depresión. Todavía no existe una catalogación sobre qué tipos de setas mágicas son más productivas en este tipo de tareas. Algo evidente es que todas las variedades utilizadas en los diferentes estudios tienen en común la existencia de la psilocibina en su composición.
Por este motivo, podemos destacar algunos de los hongos psilocibios más comunes en la naturaleza como la Pluteus Salicinus. De esta especie han encontrado hasta seis categorías diferentes por todo el mundo. También hay otras variedades como la Psilocybe Antioquiensis, Psilocybe Atlantis, Psilocybe australiana, Psilocybe Aztecorum, Psilocybe Cubensis, o Psilocybe Cyanescens, entre muchas otras.
La psilocibina en la depresión
Los hongos mágicos están formados principalmente por la molécula psicotrópica psilocibina. Esta funciona como receptora de serotonina del cerebro, capaz de alterar y moldear diferentes experiencias sensoriales en nuestro entorno. Estudios como el del Imperial College han demostrado la eficacia de las terapias con psilocibina. Esto se debe a la clara reducción inmediata y gradual de la depresión tras un solo tratamiento.
Incluso en Canadá, la empresa TheraPsil ha comenzado a realizar tratamientos para combatir la depresión con psilocibina. Esa medida ha sido autorizada por el propio Gobierno de Canadá. Anteriormente, se habían permitido este tipo de terapias en pacientes con enfermedades terminales. Pero esta decisión abre un nuevo camino para los enfermos no terminales, que sufren enfermedades como la depresión, el estrés o la ansiedad.
En 2018, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos designó como terapia innovadora al tratamiento con psilocibina para depresiones resistentes a otros métodos. Del mismo modo, un año después amplió su uso para problemas de salud más importantes como trastornos depresivos más severos.
Asimismo, la psilocibina consiguió reducir la depresión resistente y la ansiedad de diferentes enfermos terminales de cáncer incluso seis meses después de recibir una única dosis. Esto queda recogido por el profesor de la Universidad John Hopkins, Roland Griffiths, en la revista Journal of Psychopharmacology.