El otoño es la temporada de setas por excelencia. La micología gana cada año más adeptos, que recorren los montes buscando este bien gastronómico tan preciado. Sin embargo, hay que contar con las herramientas adecuadas para recolectar setas y no dañar el medio ambiente.
Buscar setas es una actividad ideal para disfrutar de un fin de semana con la familia. Un plan de ocio divertido, singular e interesante con el que poner en valor la importancia de los bosques y montes, y enseñar el respeto por el medio ambiente y la naturaleza.
El turismo micológico en España
Con la caída de las primeras hojas del otoño, aparecen las primeras setas. Son muchos los parajes naturales protegidos de la península ibérica donde se pueden hacer rutas micológicas para encontrar este alimento tan singular.
La temperatura suave y la humedad de esta época del año favorecen su reproducción. Aunque se pueden encontrar en prácticamente toda la geografía española, hay lugares destacados donde el turismo micológico se está convirtiendo en una tradición arraigada.
Encontrarás setas y hongos en lugares como Navaleno en Castilla y León, el Parque Micológico de Ultzama en Navarra, el bosque de Muniellos en Asturias o el Parque Natural de Gorbeia en Euskadi.
En el sur, se encuentra el Parque Natural Sierra de las Nieves en Málaga, mientras que la Comunidad Valenciana cuenta con La Vall d´Albaida. En Madrid, el lugar más señalado es la Sierra de Guadarrama y, en el caso de Cataluña, el Parque Natural del Montseny o la Alta Ribagorça.
Entre las especies más destacadas del otoño, se encuentran las setas de cardo, el hongo blanco (boletus edulis), la amanita caesarea o huevo de rey, el rebozuelo o los níscalos.
Herramientas para recolectar setas
Para la recogida de setas, es imprescindible llevar una serie de utensilios específicos para dicha tarea. Cuyo fin principal es proteger y cuidar el entorno y no dañar el ecosistema.
- Una de las claves es la cesta de mimbre para la recolección de setas. Eso sí, nunca se pueden echar en bolsas de plástico o de tela, ya que se impediría su transpiración y que sus esporas caigan al suelo del bosque para asegurar su reproducción.
- En el fondo de la cesta podemos colocar hojas de helecho para conseguir una mejor conservación.
- Si la cesta resulta incómoda, actualmente también hay mochilas para setas, específicas para la micología.
- Es muy importante utilizar una navaja para setas, las cuales debemos cortar y nunca arrancar porque se podría dañar el micelio. Su hoja curva hace que el corte sea más cómodo y fácil.
- Un botiquín básico siempre es una buena opción cuando se va a la montaña.
Consejos para practicar micología
Pero, mucha atención. Buscar setas puede ser un deporte de riesgo si no se hace de manera adecuada. ¿Sabías qué la amanita muscaria, también conocida como la seta de los cuentos o de los enanitos es un hongo considerado como venenoso? Tras su color rojo carmesí no van a aparecer los pitufos sino una intoxicación.
Hay que tener en cuenta que son espacios naturales, por lo que hay que asegurarse de contar con todos los permisos necesarios. En muchos lugares se requiere de un permiso especial para la recolección de setas y hongos, y en algunos casos el pago de una cuota o tasa. Esto se debe a que son un recurso limitado, y la fiebre por la micología ha hecho que las autoridades plantearan llevar un control para no perjudicar los bosques.
Es importante llevar ropa adecuada al usar las herramientas para recolectar setas. Se debe tener en cuenta que vamos al bosque en otoño, por lo que el suelo estará húmedo. Es importante contar con el calzado adecuado y ropa cómoda y de abrigo. No está de más llevar un chubasquero en la mochila.
Antes que nada, hay que conocer cuales son las setas comestibles y cuales pueden ser tóxicas o alucinógenas. Para ello, en muchos centros de interpretación de parques nacionales se imparten cursos sobre micología. Aún así, no está de más contar con la compañía de un experto. Si tienes dudas sobre si una seta es o no comestible, mejor no la cojas.
Lo ideal es consumirlas lo antes posible ya que conservarán mejor su sabor. Hay múltiples recetas para degustarlas, se pueden hacer a la plancha, en revuelto o como ingrediente principal de un guiso, entre otros. Además, si no se puede consumir al momento no pasa nada, es un alimento que también se puede congelar.
