Seguro que en más de una ocasión has leído en las cartas de algunos restaurantes diferentes platos sabrosos como el revuelto de hongos y la tortilla de setas. Si te has decantado por alguno de ellos o incluso por ambos si tenías mucho apetito, habrás comprobado que se parecen bastante, tanto en sabor como en apariencia. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre hongo y seta?
La diferencia es bien sencilla, si acudimos por ejemplo a la RAE, veremos que define la palabra seta como “cualquier especie de hongo, comestible o no, con forma de sombrilla, sostenida por un pedicelo”, mientras que para el término hongo hace referencia a un “ser vivo heterótrofo, carente de clorofila, hojas y raíces, que se reproduce por esporas y vive parásito, en simbiosis o sobre materias orgánicas en descomposición”.
Características esenciales de los hongos y las setas
Para comprender de manera más sencilla el reino fungi y la composición de los hongos y las setas, podemos observar diferentes características reflejadas en la imagen que aparece en la parte superior de este post.
Podemos catalogar la seta como el aparato reproductor de los hongos superiores, así como la parte del hongo que sale al exterior. Los hongos están formados por un cuerpo vegetativo y un cuerpo reproductor. El primero de ellos, oculto bajo tierra, está compuesto de filamentos denominados como hifas. El conjunto de las hifas es el micelio, el cual tiene la misión de absorber las sustancias minerales del suelo para alimentar al propio hongo. Por este motivo, podemos resumir que el micelio es el hongo y la seta, como hemos dicho anteriormente, el aparato reproductor.
De igual manera, la seta está compuesta por una parte superior conocida como sombrero o píleo, que puede adoptar diferentes formas, siendo la más común un semblante similar a un paraguas. Bajo de esta fracción se encuentra el himenio, la cual es una membrana que envuelve las esporas. Puede tener diferentes formas como tubos, pliegues o láminas. Algunas de ellas también presentan anillos y una envoltura inferior llamada volva.
Para la aparición de un hongo, se necesita calor y humedad con abundancia de excrementos, para que los micelios (de distinto sexo) se entrelacen dando lugar a la seta.
Para entenderlo mejor, y efectuando un símil, vamos a compararlos con un árbol, por ejemplo, un cerezo. Las cerezas serían la parte alta del cuerpo vegetativo del hongo, es decir, la seta. Las raíces del cerezo serían el micelio y el conjunto del árbol y sus frutos, el hongo. Esto es increíble, porque podríamos afirmar que, efectivamente, el hongo da como fruto las setas.
Errores comunes: diferencia entre hongo y seta comestible
Ahora que ya tenemos clara la diferencia entre hongos y setas, vamos a desmitificar una serie de expresiones que en más de una ocasión habremos oído (confieso que un servidor hasta ha llegado a utilizarlas en algún momento).
Es técnicamente incorrecto hablar de “revuelto de hongos”. ¿Por qué? Porque decir esta expresión sería como hacer referencia a un “revuelto de cerezos”, con tronco y raíces incluidas, lo cual no tendría ningún tipo de sentido. Sí que podríamos enunciar, sin embargo, la frase “vamos al campo en busca de hongos”, ya que sería como afirmar que vamos al campo en busca de cerezos, aunque evidentemente, lo que nos interesa son las setas que estamos recogiendo.
¿Y qué hay respecto a los hongos mágicos o setas alucinógenas? Pues más de lo mismo, ya que la seta, apellídese mágica o alucinógena, es justo lo que te comes. El hongo mágico no lo puedes ingerir, de la misma forma que tampoco te puedes fumar una planta de marihuana entera, sino a lo sumo, sus cogollos.
