Existen muchas sustancias naturales que producen efectos psicodélicos al ser consumidas por las personas. Todas estas sustancias poseen sus propios componentes que se traducen en unos efectos concretos. No obstante, es muy común escuchar que la diferencia entre la ayahuasca y las setas alucinógenas no es tan grande como lo son respecto a otras drogas. Aunque es cierto que tienen cierta similitud en sus efectos, no son los mismos, al igual que también difieren en la mayor parte de su composición.
Qué es la ayahuasca
Para poder entender en profundidad las principales diferencias entre la ayahuasca y las setas alucinógenas, es menester entender qué es cada una de estas sustancias. La ayahuasca es un brebaje psicodélico tradicionalmente elaborado por un chamán a partir de un conjunto de plantas. Éstas se maceran y se hierven durante varias horas antes de poder consumirlo.
Los ingredientes varían según el lugar donde se prepare, pero el compuesto psicoactivo de la ayahuasca siempre es el mismo: el DMT o N-dimetiltriptamina. Para activar los efectos psicodélicos del DMT es imprescindible consumirlo siempre junto con el inhibidor MAO que es, ni más ni menos, la vid de la ayahuasca.
Aparentemente, la ayahuasca es originaria de las comunidades indígenas del Amazonas donde era considerada una bebida espiritual, por lo que se utilizaban en ceremonias de esta índole alrededor del año 1.000 a.C. En este punto, la diferencia entre la ayahuasca y las setas alucinógenas disminuye, pues ambos proceden de rituales trascendentales. Sin embargo, actualmente se siguen empleando brebajes ricos en DMT en algunos cultos modernos de Brasil como el União do Vegetal, lo que no ocurre en el caso de los hongos.
Qué son las setas alucinógenas
También llamadas setas mágicas, los hongos alucinógenos son aquellos que producen efectos psicoactivos para el ser humano. La mayoría de ellos son del género psilocibina, pues ésta es la sustancia que el cuerpo descompone para transformarla en psilocina, una sustancia alucinógena. Existen más de 200 especies de este tipo de hongo, aunque la mayoría crecen en México y América del Norte. Los más comunes son la Psilocybe cyanescens y la Psilocybe azurescens.
Al igual que la ayahuasca, las setas alucinógenas se consumían en ceremonias espirituales y religiosas, con la diferencia de que no se hacía en presencia de un chamán. Algunos estudios han demostrado que el consumo de estos hongos podría remontarse al año 9.000 a.C. Incluso en España se ha encontrado un mural donde aparece un toro con 13 pequeños objetos que podrían ser setas psilocibinas, con 6.000 años de antigüedad.
Diferencia entre los efectos de la ayahuasca y las setas alucinógenas
A pesar de que se pueden encontrar testimonios de todo tipo, en general, la diferencia de los efectos producidos por las setas alucinógenas y la ayahuasca son considerables. Ambas son sustancias psicodélicas y alucinaciones pero de manera muy diferenciada. Aunque los efectos de las dos pueden estar activos hasta 6 horas, las personas que han probado ambos compuestos aseguran que la ayahuasca conduce a un viaje más espiritual y trascendental, donde las alucinaciones visuales son mucho más potentes y claras. Muchas de ellas indican haber vivido un viaje más cósmico con revelaciones relacionadas con la religión, la vida, la muerte o animales fantásticos, entre otros.
Además, es común que la ayahuasca provoque fuertes alucinaciones visuales con patrones, colores, formas geométricas y cambios en la textura de la gente y los objetos que se encuentran cerca, efectos que no se producen de forma tan intrusiva en el caso de las setas.
En cambio, los hongos hacen experimentar una conexión con la naturaleza y con uno mismo, donde se intensifican las características más distintivas de cada persona. Incluso pueden aflorar las reflexiones y pensamientos personales más profundos de cada uno. Sin embargo, el efecto final depende del individuo y de la cantidad consumida, pues conforme sube la dosis es posible aumentar las sensaciones auditivas y visuales, llegando incluso a incluir paisajes, vegetales y todo tipo de criaturas.
Aun así no se percibe una gran diferencia entre la ayahuasca y las setas alucinógenas en lo que respecta al entorno que crean, apartado de la realidad a los consumidores, y en los que el tiempo es relativo y se pierde el sentido del espacio y la orientación.
Efectos secundarios de la ayahuasca y las setas alucinógenas
Tanto el DMT como la psilocina suelen producir efectos secundarios porque son sustancias tóxicas para el cuerpo, aunque en el caso de los hongos ocurre con menor frecuencia. Ambas pueden causar náuseas y vómitos. De hecho, uno de los motivos por los que se tomaba ayahuasca era con el objetivo de limpiar el estómago ante posibles parásitos, llegando a ocasionar diarrea. Esta puede ser la mayor diferencia entre las setas alucinógenas y la ayahuasca en lo referente a los efectos secundarios no psicoactivos: el uso de ésta última como medicina purgante. Aunque cabe mencionar la posibilidad de que el DMT cause temblores, sudoración, mareos o zumbidos en los oídos.
Tras estudiar la composición de ambas sustancias se ha descubierto que las dos contienen triptamina, un alcaloide monoamino que también se encuentra en el cerebro humano en cantidades ínfimas. Éste es el potencial psicodélico tanto las setas alucinógenas como la ayahuasca, por lo que una parte de su estructura es similar. Es más, la psilocibina contiene DMT, factor que explicaría las similitudes entre ambos compuestos y recortaría sus diferencias.