Descritas y clasificadas más de 140.000 especies, se estima que el reino fungi está formado por más de 1,5 millones de diferentes tipos de hongos, por lo que todavía se puede considerar a la micología como una rama de la biología mayoritariamente desconocida. En la tarea de ahondar en los principios fundamentales de estos organismos eucariotas, a continuación se explican cómo se reproducen los hongos tanto de manera sexual como asexual, llevados a cabo por medio de esporas.
¿Cómo son los hongos?
Los hongos son organismos pluricelulares que al crecer en suelo, troncos o materia orgánica en proceso de descomposición, no disponen de movilidad propia. De la misma manera, sus células son eucariotas, cuyas paredes están compuestas de quitina. En referencia a su desarrollo, fructifican en hifas, de manera homogénea y bajo una estructura cilíndrica. Pueden localizarse en diferentes tipos de hábitats, mientras que también pueden diferenciarse por ser micro o macroscópicos.
También, cabe destacar que pueden resultar venenosos o comestibles, siendo algunos de ellos utilizados para la fermentación del pan o la cerveza, así como para producir antibióticos, enzimas y micotoxinas. En cuanto a la nutrición de los hongos, estos se consideran heterótrofos, es decir, generan sus alimentos mediante la descomposición de la materia orgánica de procedencia animal o vegetal. En este sentido, se pueden diferenciar como saprófitos, liquenizados, parásitos y micorrizógenos.
Cómo se reproducen los hongos
En primer lugar, es conveniente poner en valor que los hongos pueden alternar estas fases de reproducción dependiendo de diferentes factores, en beneficio de conseguir un óptimo desarrollo en cada tipo de escenario. Respecto a la reproducción sexual (meiosis), también conocida como fase perfecta o teleomorfo, puede desembocar en una mayor variabilidad genética, pero presenta el inconveniente de que necesita más tiempo para completarse.
El intercambio de material genético se realiza mediante estructuras masculinas y femeninas llamadas progametangios (gametos), los cuales pueden fusionarse mediante plasmogamia dando lugar a una nueva célula multinucleada de nombre zigosporangio, de la que surge la zigospora. En este sentido, existen diferentes tipos de reproducciones sexuales de los hongos, entre los que destaca la fusión de planogametos, por gamentancia, mediante copulación gametangial, así como por somatogamia (unión de hifas vegetativas) y por espermatización (espermacio que fecunda el oogonio).
Cómo se reproducen asexualmente los hongos
La reproducción asexual de los hongos (mitosis), también denominada como anamorfa e impercecta, no genera una nueva genética, puesto que se lleva a cabo mediante la formación de esporas en estructuras que reciben el nombre de esporangios, las cuales dan como resultado un individuo genéticamente idéntico al progenitor. Se le considera una forma de reproducción más rápida, la cual suele ser utilizada por hongos infecciosos para aumentar la velocidad de propagación, por lo que necesitan unas condiciones ambientales estables.
En esta categoría reproductiva, se pueden diferenciar cuatro métodos de carácter asexual, como es la gemación de los hongos, los cuales son capaces de crear una yema con material genético y citoplasma. También, mediante conidios, esporas situadas en conidióforos; así como por esporangios. Aún así, la más importante es la fragmentación del micelio, componente vegetativo del hongo, que puede generar nuevos individuos. En este sentido, cabe resaltar que el crecimiento de las hifas es todo un espectáculo visual, ya que por ejemplo en hongos tropicales puede llegar hasta 5 mm por minuto, dando la sensación que se ve crecer a estos organismos prácticamente en tiempo real.
La reproducción de los hongos
Sin lugar a dudas, se puede considerar la reproducción de los hongos como uno de los fenómenos más espectaculares que ofrece la naturaleza. Diferenciados en hongos basidiomicetos, ascomicetos, zigomicetos, glomeromicetos y quitridiomicetos, el extraordinario reino fungi representa un organismo ampliamente relacionado con la humanidad, pues desde tiempos inmemoriales se ha utilizado para diferentes usos terapeúticos, espirituales y nutricionales, siendo en algunos casos el motivo de muertes accidentales por envenenamiento o como delicioso manjar en numerosas recetas culinarias.