La recolección de setas siempre ha estado rodeada de mitos, dichos y leyendas. Uno de los debates más comunes entre los expertos micológicos es si hay que cortar o arrancar las setas. Cada uno de los métodos tiene ventajas e inconvenientes, pero lo más importante es mantener el micelio intacto. Los expertos micológicos dicen que la elección de uno u otro depende de la especie que se vaya a recoger. Para saber cuándo se debe arrancar o cortar las setas, a continuación se muestra toda la información sobre cada uno de los métodos.
Cortar o arrancar las setas: el eterno debate micológico
Una de las primeras cuestiones a las que se enfrentan los aficionados a la micología es si se deben arrancar o cortar las setas. Para saber cual de las dos es la opción ideal, lo primero que se debe conocer es la especie que se quiere recolectar. Según los expertos micológicos, esto depende de la variedad. Además, un estudio de más de 25 años realizado en Suiza y publicado en Fungi Magazine, afirma que no existe una diferencia significativa entre ambas técnicas.
A la hora de escoger la mejor opción, lo primero a tener en cuenta es si va a sufrir el micelio al ser recolectado. La elección entre cortar o arrancar radica en reconocer si el micelio de la seta está listo para continuar produciendo carpóforos (setas), durante la temporada actual o futuras.
Dentro de la comunidad micológica existen diferentes puntos de vista sobre cómo se deben recoger las setas, por ello vamos a enumerar las ventajas de cada una de ellas.
Por qué arrancar las setas
Aquellos que defienden la recolección arrancando las setas aseguran que el micelio sufrirá menos que cuando se corta. Asimismo, consideran que de esta forma se favorece su dispersión, del mismo modo que sucedería con las esporas.
Por otro lado, de esta forma se evita dejar el trozo de pie de la seta que suele quedarse al cortarla y que podría causar daños al resto de la seta al descomponerse.
¿Cómo arrancarlas?
Si se opta por arrancar las setas la mejor técnica es realizar un giro. Para ello se sujeta el tallo o pie de la seta y se gira sobre su eje en 360 grados. Así, al girarla ella misma se desprende del suelo, causando el mínimo daño posible al micelio.
Con el objetivo de facilitar esta tarea, hoy en día existen diferentes herramientas y navajas que funcionan como palanca ayudando a la extracción de la seta. Suelen utilizarse especialmente en aquellos casos en los que la seta se encuentra semienterrada, como sucede con los boletus o las amanitas.
Algunas consideraciones a tener en cuenta son:
- Hay que agacharse para arrancar con mucho cuidado la seta y no partirla. A pesar de que este proceso es un poco más lento, al sacarla entera se podrá observar si hay volva o no. Esta simple contemplación puede salvar la vida, ya que las especies más tóxicas suelen tener volva.
- Se arranca con suavidad, de forma que si está muy madura caerá sola.
- Una vez se haya terminado hay que tapar el hueco que haya debajo al arrancarla, con hojarasca, tierra, etc, con el objetivo de evitar la deshidratación de la misma.
Por qué cortar las setas
Cuando se decide cortar la seta, lo mejor es usar una navaja para las setas y cortar el pie de la seta por la base. Lo mejor es realizar un corte horizontal y lo más cerca posible del suelo. Se debe evitar que la hoja de la navaja se introduzca en el suelo, para así preservar el micelio.
Si se corta la seta se deja parte del pie en el suelo, y habrá que asegurarse de que el micelio esté protegido frente a la acción meteorológica, evitando las consecuencias del sol, la luz y el viento. En muchas ocasiones, se prefiere usar este método por ser más rápido y limpio, ya que el pie de la seta es donde suele haber más tierra, ensuciando la cesta y todo lo que contiene.
Cómo escoger la navaja apropiada
Entre los múltiples tipos de navajas para este uso, es recomendable escoger aquellas con un filo curvado, que se adapta al perímetro del pie y la que mejor corte proporciona.
Especies a cortar o arrancar
Al igual que sucede con las plantas o los animales, no todas las especies de setas son iguales y cada una crece de forma diferente. Por eso, lo mejor es controlar si los ejemplares a recolectar tienen un pie muy largo, o por el contrario es más corto.
Especies a cortar:
- Todas aquellas que crecen al ras de suelo, como níscalos, setas de cardo silvestre o de pie azul.
- La seta trompeta de los muertos, porque al crecer en ramilletes si se arranca algún ejemplar se llevan otros más pequeños.
Tipos de setas a arrancar:
- Los champiñones o las amanitas venenosas es mejor arrancarlas, con el objetivo de comprobar si poseen volva.
- Especies como los boletus, sobre todo aquellos de buen tamaño, es mejor arrancarlos, al desprenderse prácticamente solos.
Escoger entre arrancar o cortar las setas depende principalmente del recolector, si bien con ciertos tipos puede ser recomendable utilizar una técnica concreta. Lo importante en ambos casos es evitar que el micelio sufra y preservar el suelo del monte.
